La villa San Juan Bautista, hoy llamada Santa Lucía fue fundada en el año 1782 y desde la época del 1800 ya se posiciona como ciudad destacada en la zona, a causa de elegirse por personalidades para construir sus casas de veraneo.

En la segunda mitad del siglo XIX durante el Romanticismo ya se marca la identidad turística del lugar.

Comenzando por el año 1866 con la construcción del “Palacio Lacueva”, de estilo renacentista – italiano que todavía se mantiene en pie, al igual que las construcciónes aledañas que son de la misma época.

El “Hotel Biltmore”, ex Hotel Oriental del año 1872 recibió visitas importantes como artístas, músicos, pintores, políticos que hicieron que el lugar tuviera sus épocas de oro.

Federico Capurro, dueño de 9 hectáreas es el que da orígen a la famosa “Quinta Capurro”, ícono de visitas en la ciudad debido a la importancia forestal que hay en el predio con ejemplares traídos de Europa y Asia, declarado Monumento Histórico.

Por los años 1873 el padre de nuestro escritor José Enrique Rodó decide contratar a los talentosos Azcoytía para construir su casa de veraneo de estilo morisco – español con tendencias árabes donde hoy funciona el “Centro Cultural Rodó”, también declarado Monumento Histórico.

En ese año, otro edificio señorial que se construye es la “Quinta Zavalla” del mismo estilo que la de la familia Rodó, con escaleras y columnas de mármol, mayólicas y azulejos franceses; habitada hoy, por un descendiente de la familia.

En el año 1830, se colocó la piedra fundamental de la “Parroquia San Juan Bautista” que demoró mas de dos décadas para su culminación y hoy se destaca frente a la plaza principal Tomás Berreta la cual cuenta con pinos y palmeras centenarias.

Otro lugar de interés es el “Monolito de Artigas” ubicado en el parque sobre Bvard. Batlle y Ordoñez que recuerda el pasaje del Exódo del Pueblo Oriental. Esta zona fue el lugar de confluencia de los diferentes grupos de emigrados para poder cruzar el río por el “Paso del Soldado” y así continuar con la ruta.

Además de contar con los productos turísticos religiosos, históricos-culturales, botánicos, también está el de sol y playa. Éste se constituye por el parque con su arboledas, gigantes eucaliptos, talas, coronillas y las costas sobre el río Santa Lucía.

Se practican actividades náuticas y aeróbicas; y se cuenta con un camping con instalaciones a orillas del río.

Para los que quieran hospedarse, la ciudad posee dos hoteles más, como son el Orintal y el Lamas; este último con habitaciones muy bien equipas, piscinas y salón de fiestas.